Sopa de tomate

Aunque estamos en pleno veranillo de San Miguel y el sol las temperaturas han bajado mucho, ya no se puede salir a la calle sin una chaqueta y con los pies al aire, si no quieres arriesgarte a pillar un resfriado, sé de lo que hablo :( . Lo bueno es que ya podemos disfrutar de cremas, sopas y esos platos de cuchara que tanto nos gustan. En esta casa damos por inaugurada oficialmente la temporada de sopas y aprovechando que tenemos materia prima de la mejor calidad comenzamos con una sopa de tomate.

Ingredientes:

1.200 gr de tomates maduros

1 zanahoria

1/2 puerro

2 dientes de ajo

1 vaso de caldo de carne (verduras, pollo o simplemente agua)

1 ramita de tomillo

1 ramita de albahaca

1 cucharadita de azúcar

sal, pimienta, aceite de oliva

Elaboración.
Yo paso siempre las cremas por el chino porque me gustan con una textura muy fina, por ello no quito la piel a los tomates ni retiro las semillas pues ya se van a quedar en el colador. Si no usais chino o pasapurés podeis escaldar los tomates un minuto en agua hirvierdo para pelarlos mejor y retirarles las semillas antes de preparar la sopa.

Dicho esto comenzamos: lavamos muy bien los tomates y picamos en trozos no muy grandes , pelamos y picamos fino el resto de las verduras y el ajo en láminas.

En una olla de fondo grueso echamos un dedo de aceite de oliva, cuando coja temperatura añadimos el ajo, puerro y zanahoria y rehogamos a fuego bajo hasta que las verduras estén blanditas y doradas. Añadimos el tomate troceado, removemos bien y rehogamos 1 minuto, agregamos la cucharadita de azúcar, la sal, las hierbas aromáticas y el caldo (yo usé un caldo de jamón que tenía en el congelador, usad el que más os guste), tapamos y dejamos cocer unos 15-20 minutos. Pasado este tiempo trituramos, pasamos por chino y rectificamos de sazón, le damos un último hervor y lista para servir.

Es curioso la cantidad de recuerdos que nos trae la comida, ¿verdad?, yo la sopa de tomate la tengo asociada a una que tomé en Toledo hace muchos años (en la excursión de 8º de EGB, fijaos si ha llovido) y en mi memoria persiste como la sopa más deliciosa que he probado nunca. Seguramente desde entonces he tomado sopas mucho más sabrosas pero la memoria es caprichosa y para mí ninguna tiene el sabor de aquella.



Como últimamente he hablado tanto de la huerta de mis padres y de los tomates he creído justo poneros unas fotos de la huerta, las fotos las sacamos hace más de 15 días, algunos ya las habeis visto en Facebook, para los que no: aquí están.

Los tomates rosa es el primer año que los cultivan, la semilla se la regaló un vecino y nos queda la duda de si habrá viajado desde Barbastro o se trata de otra variedad. En cualquier caso están deliciosos, son muy dulces y delicados, maduran enseguida.

Este es un trocito de la huerta con las plantas de pimientos de Padrón y los tomates al fondo. Aunque no se ven también tenemos árboles frutales: manzanos, cerezos, naranjos, limoneros, pexagueiros, perales...

Tomates de dos clases y los pimientos recién recogidos