Tartaletas de arándanos con merengue

Masa quebrada, relleno de arándanos aromatizado y cobertura de merengue, ¿no pinta mal, verdad? pues imaginaos el sabor.... 


Estas tartaletas son un poco laboriosas porque llevan tres elaboraciones diferentes pero no son nada complicadas y realmente merecen la pena, ¿os imagináis la cara de vuestros invitados cuando las presentéis en el postre?

Le he añadido poco azúcar al relleno de arándanos porque el merengue es suficientemente dulce y con el cardamomo y el limón vamos a aportar un toque ácido para equilibrar ese dulzor.

Ingredientes
*Para la masa quebrada
300 g de harina
50 g de azúcar
165 g de mantequilla fría
1 pizca de sal
1 huevo y una yema

* Para el relleno de arándanos
400 g de arándanos
1 cucharada de azúcar
El zumo y la ralladura de 1 limón
1 vaina de cardamomo
1 cucharadita de maicena
2 cucharadas de harina de almendras
Almendras laminadas para cubrir el fondo de las tartaletas

*Para el merengue italiano
3 claras
300 g de azúcar
170 ml de agua


Elaboración
Comenzamos preparando la masa quebrada como explico aquí.
Mientras la masa reposa en la nevera elaboramos el relleno de arándanos.

En un cazo ponemos los arándanos con el azúcar, el limón y el cardamomo, cocemos a fuego suave hasta que el azúcar se disuelva (sobre 10 minutos).
Disolvemos la maicena en un poco de agua y añadimos. Incorporamos también la harina de almendras, mezclamos con cuidado para que no se rompan los arándanos y reservamos hasta que esté totalmente frío.

Estiramos la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada, cortamos en porciones y forramos los moldes de tartaletas que previamente habremos enharinado.

Para que la masa quede más crujiente y no se humedezca con el relleno he cubierto la base con almendra laminada, a continuación repartimos el relleno entre las tartaletas y horneamos a 170ºC 10 minutos con calor abajo y otros 15 minutos aproximadamente con calor arriba y abajo (hasta que veamos los bordes dorados y el relleno cuajado)

Ya solo nos queda preparar el merengue italiano, realmente no es necesario porque la tartaleta así ya está deliciosa, pero con la cubierta de merengue se convierte en un bocado sublime.


Montamos la claras a punto de nieve con una pizca de sal. Vamos añadiendo 75 g de azúcar poco a poco sin parar de batir y reservamos.

Echamos el resto del azúcar en un cazo y le añadimos el agua, cocemos a fuego medio sin remover en ningún momento dejando que el azúcar se disuelva. En unos 25-30 minutos debería haberse formado un almíbar espeso y dorado.


Comenzamos a batir de nuevo las claras y vertemos muy lentamente el almíbar mientras seguimos batiendo, como si derramásemos un hilillo. Una vez vertido todo batimos durante 5-10 minutos más para que el merengue se enfríe.

Podemos extender el merengue con una espátula o colocarlo en una manga pastelera y formar picos, de las dos formas queda bonito, si además lo quemamos con un soplete el resultado es espectacular.



Si os habéis quedado con la boca dulce os doy ideas para otras tartas que podemos preparar con masa quebrada: