Sevilla tiene un color especial

"Sevilla tiene un color especial

Sevilla sigue teniendo su duende

me sigue oliendo a azahar

me gusta estar con su gente"

No hay palabras más adecuadas para expresar lo que hemos vivido los días que estuvimos en Sevilla, la ciudad nos encanta, tiene belleza en cada uno de sus rincones y la gente..... es caso aparte. Aunque parezca un tópico, los sevillanos son gente amable, encantadora y con un arte especial. De nuestros anfitriones que decir, tenemos la gran suerte de contar con unos buenos amigos que se han portado con nosotros de manera impresionante, no puede haber mejores anfitriones.

Os presento a parte de LA familia, la tropa perruna en brazos de Manolo: Cio, Sira y Dania, falta Bertín que es muy tímido y no le gusta posar, jeje.

Es imposible recordar todos los locales en los que estuvimos de tapeo, la verdad es que estábamos tan relajados que la mayor parte de las veces nos olvidábamos también de las fotos, por esos vereis que algunos platos están casi vacíos. Que conste que además es síntoma de lo bueno que estaba todo.

Aquí vemos lo que queda de un salmorejo, camarones y una tapa de pulpo "a la gallega", todo estaba muy bueno, excepto el pulpo que estaba un poco duro y era muy pequeñito.










Esto, si no me equivoco, es Casa Pepe, en la calle Previsión, allí son típicos los caracoles y las cabrillas, ya podeis imaginar quien es incapaz de probarlos, me daba penita verlos con su cabecita fuera enseñando los cuernitos, yo prefiero esas ricas gambitas de Huelva, jeje.






El sábado nuestros anfitriones: Carmen y Manolo prepararon la comida en su casa; en realidad quienes prepararon la comida fueron Carmen y Miguel porque nuestro querido Manolo lo de cocinar casi que no... pero él se encarga del aprovisionamiento que también es muy importante. Cuantas cosas y todas deliciosas: coquinas, boquerones, gambas, calamares, jamoncito y de acompañamiento una Cruzcampo bien fresquita.

Al día siguiente nos invitaron a comer nuestro segundo par de anfitriones: Raquel y Miguel. A Raquel le encantan las plantas y tiene un mini jardín en su terraza, aquí se ve su planta de fresas a la que todavía le quedaban dos frutas.

Ya os podeis ir haciendo a la idea de porque engordamos tanto: si nos pasábamos el día comiendo! Miguel, que es el cocinillas de su casa, nos preparó todas estas delicias: huevas de choco (cocidas y aliñadas), huevos rellenos, aceitunas aliñadas, cabeza de lomo, queso de dos tipos

Y después de todo esto todavía nos comimos un rico arroz marinero, estaba delicioso. Al que como siempre nos olvidamos de sacar una foto.


El lunes, preparando el cuerpo ya para la Feria, Carmen nos preparó un fantástico puchero con su pringá. Para el puchero hizo un caldo con huesos y carne de ternera, pollo y tocino al que le añade arroz y patatas.

Aquí la pringá, la carne cortadita en trozos se mezcla con el tocino y se unta en un trocito de pan.

Sólo puedo decir una cosa: que bien cocinan! tanto Carmen como Miguel son unos artistas entre los fogones.

Ya veis que realmente nos estábamos preparando para la Feria, sobre todo Sira que fue la primera en colocarse el traje de flamenca. Estaba tan graciosa que la gente se acercaba para sacarse fotos con ella.

Hasta aquí la primera entrega, en la próxima la Feria de Abril con una gallega vestida de flamenca.

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