Pan de semillas de girasol: día mundial del pan

Hoy celebramos el día mundial del pan y la mejor manera de celebrarlo es horneando nuestro propio pan en casa. El pan es mi gran asignatura pendiente, cuando leo en algunos blogs los panes maravillosos que preparan no os podeis imaginar la admiración que me produce, algunas recetas me parecen obras de ingenieria: que masa madre, poolish, levar, amasar, bolear.... me parece tan complicado y un proceso tan largo que me puede el miedito y no me atrevo.

Hace un par de semanas vi el famoso pan en cinco minutos en el blog de NENALINDA y decidí intentarlo. Este primer intento salió regular: la corteza muy rica pero la miga bastante apelmazada, la causa: que no amasé bien y que ese día tuve problemas con el horno. Como me sobró masa volví a intentarlo unos días despues y salió mejor pero todavía la masa no estaba bien aireada.

Me apetecía mucho hornear mi propio pan este día y no quería darme por vencida con este tema así que decidí empezar de cero y animarme con algo aún más basico: una premezcla de pan. No sé si se puede considerar un pan casero pero a mi me ha hecho mucha ilusión sacar un pan comestible de mi horno, no sólo comestible sino absolutamente delicioso y me da ánimo para enfrentarme con el pan de verdad.

La premezcla que usado es la de semillas de girasol del Lidl y lo único que hay que hacer es seguir las indicaciones del paquete, yo no tengo panificadora y no estaba segura de cómo quedaría en el horno convencional pero ya os adelanto que sale perfecto.

Ingredientes.

500 g de premezcla pan de semillas de girasol del Lidl (trigo y centeno con levadura seca añadida, masa fermentada y semillas de girasol)
350 ml de agua templada
un puñado de semillas de girasol




Elaboración.

Simplemente seguimos las indicaciones del paquete. En un bol vertemos la harina y el agua templada y con la batidora de mano con los ganchos de amasar amasamos a máxima potencia durante 5 minutos hasta que la mezcla esté elástica y homogénea. La dejamos reposar en un lugar cálido durante 30 minutos. Pasado este tiempo vertemos la masa en un molde alto engrasado (yo usé un pirex sin tapa), le damos forma y alisamos con una cuchara húmeda y esparcimos sobre el pan unas semillas de girasol. Dejamos reposar otros 45 minutos.

Con el horno precalentado horneamos sobre 1 hora a 220 ºC.

Retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla

Queda delicioso, la corteza crujiente, la miga alveolada y el aroma de las pipas, la complicación es cero y es una buena opción para iniciarse en este mundo para la gente que, como yo, le tiene miedo a las masas.