Tarta rusa para Tanya

Agosto se acaba, y eso significa que dentro de unos días Tanya se va, vuelve a su casa, a Novozybkov con su familia que tantas ganas tiene de verla y abrazarla de nuevo, y aquí su otra familia apuramos los últimos días que nos quedan de juegos y risas.

Durante estos dos meses Tanya se ve inmersa en una cultura diferente a la suya, con otro idioma, y otro modo de vida en el que se integra con facilidad, pero también está orgullosa de su país y le gusta que nos interesemos por sus costumbres y agradece enormemente cualquier esfuerzo por aprender nuevas palabras en ruso, canciones, bailes .... Me parece muy importante fomentar este intercambio cultural, y reforzar su identidad, que entienda que respetamos quien es y de donde viene. Por eso cuando pensé en prepararle una tarta en seguida vino a mi cabeza esta idea: un bizcocho con los colores de la bandera rusa, un pequeño homenaje a nuestra princesa de Briansk.

Esta tarta guardaba una sorpresa en su interior, a primera vista es la típica tarta de kit kat que habréis visto en muchos blogs (me encanta ésta de Teresa) pero si nos asomamos un poquito ya podemos ver los colores de la bandera rusa y al cortarla aparece todo el color.

Cuando le enseñé la tarta a Tanya vivimos un pequeño momento de confusión porque no se acordaba del orden de los colores de la bandera y me hizo dudar si la había montado mal, pero una rápida búsqueda con Google confirmó que estaba bien, no os imaginais el mal rato pasé.... creo que hasta me puse blanca.

Para los bizcochos usé la receta del bizcocho de claras a la naranja que le vi a Silvia de Mi dulce tentación quien a su vez tomó la receta de Alicia del Recetario de canecositas, yo cambié el zumo de naranja por limón y no usé ralladura porque quería un bizcocho blanco que pudiese teñir sin problemas.

Ingredientes.

1 bote de claras (9 claras)

230 g de harina

1 sobre de levadura

105 g de margarina blanda

160 g de azúcar

150 g de zumo de limón (le pondría menos, creo que 130 g son suficientes)

colorantes azul y rojo

caramelos de colores (blanco, azul y rojo)

11 paquetes de kit kat (opcional)

Para el frosting

50 g de mantequilla a temperatura ambiente

300 g de queso crema

1 cucharadita de agua de azahar

azúcar glass

Elaboración.

Precalentamos el horno a 160º y encamisamos 3 moldes de 22 cm.

Mezclamos la harina con la levadura, tamizamos y reservamos.

Batimos la margarina con el azúcar hasta formar una crema, añadimos el zumo de limón y mezclamos, añadimos a la harina e integramos.

Batimos las claras a punto de nieve y agregamos a la masa con movimientos envolventes con cuidado de que no se nos bajen demasiado.

Repartimos la masa en tres cuencos intentando que lleve la misma cantidad, añadimos el colorante e integramos con suavidad. El bizcocho blanco no lo vamos a teñir así que podemos echar la masa directamente en el molde y horneamos.

Como los bizcochos son bastante finos se hornean muy rápido, los míos estaban listos en 10 minutos. Dejamos enfriar antes de desmoldar y reservamos.

Para preparar la cobertura batimos la mantequilla hasta que esté cremosa, añadimos el queso y el agua de azahar y seguimos batiendo, vamos agregando azúcar glass al gusto sin dejar de batir.

He preparado un almíbar ligero para mojar los bizcochos, tened en cuenta que si no la vamos a consumir en el momento la tarta tiene que estar en la nevera y con el frío el bizcocho tiende a resecarse, añadiéndole el almíbar conseguimos que aguante jugoso más tiempo.

Usamos la mitad de la crema de queso para rellenar la tarta, con el resto cubrimos la parte superior y los laterales. Y ahora, con mucha paciencia, vamos colocando los caramelos en filas hasta dar forma a la bandera. Ya solo nos queda rodear la tarta con el kit kat para ocultar su interior.

Esta última foto es de Tanya, ella solita se encargó de regular la cámara y preparar la composición, esta niña promete, tiene madera de fotógrafa.

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