Panna cotta de chocolate blanco y fruta de la pasión.

Hace unas semanas os comentaba por facebook y twiter que me habían regalado maracuyá y aguacates cultivados en Galicia. Sé que puede parecer extraño y a priori el clima gallego no es el idóneo para estas plantas de ambiente tropical pero os aseguro que se pueden cultivar y que dan frutos aromáticos y deliciosos, eso sí, de menor tamaño.

Pues aprovechando que me regalaron una buena bolsa de maracuyá, fruta de la pasión o parchitas, como prefiráis llamarlo, preparé unos vasitos de panna cotta y como en ese momento todavía tenía las ventanas con los plásticos azules tocó una nueva escapada al parque.

Ingredientes.

350 ml de nata 35% de materia grasa

50 ml de zumo de fruta de la pasión

90 g de chocolate blanco

4 hojas (4g) de gelatina

Elaboración.

Lo primero es conseguir el jugo de la fruta de la pasión, para eso las abrimos por la mitad, retiramos la pulpa con una cucharilla y la pasamos por un colador, vamos removiendo con la cucharilla para aprovechar la pulpa al máximo.

Hidratamos la gelatina en agua fría durante 5 minutos.

Mezclamos la nata con el zumo y calentamos a fuego medio, antes de que hierva apartamos del fuego y añadimos el chocolate blanco troceado, removemos bien con unas varillas hasta que se disuelva totalmente. Añadimos la gelatina escurrida y seguimos mezclando, volvemos a llevar a fuego la mezcla si vemos que es necesario hasta integrar la gelatina.

Llenamos nuestros moldes y esperamos a que enfríe antes de llevarlo al frigorífico un mínimo de 4 horas.

El acompañamiento ideal es la pulpa de otra parchita recién abierta, os lo recomiendo totalmente, aporta frescura e intensifica el sabor de la panna cotta, es irresistible.

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