Bolla Larpeira al estilo sueco

A principios de mes recibí un correo de Ikea A Coruña en el que me invitaban a asistir a un showcooking en la tienda el 16 de Noviembre y a participar en el concurso de recetas Rika Rika en el que nos proponían preparar una receta gallega con ingredientes suecos.

En el taller de cocina, Birgitta nos enseñó a preparar un plato típico sueco: la tentación de Jansson, una receta deliciosa a base de patatas gratinadas que forma parte del Smørgåsbord o buffet de Navidad. Allí coincidí con varias blogeras a las que no conocía: Majes de Asómate a mi cocina, María José de Laurel y Canela, Marimí de Sabores y olores y Begoña de Violetas en mi cocina. En sus blogs podéis ver con detalle la tarde tan agradable que pasamos y la receta de la tentación de Jansson.

La bolla larpeira es un dulce muy tradicional en Galicia que no suele faltar en las grandes celebraciones y las romerías. Consiste en una masa tipo brioche a la que se le realizan cortes en forma de cuadrícula y se rellenan de crema pastelera, se pinta con huevo, se le añade azúcar humedecido y se hornea. Esta es la versión simplificada porque veremos que es un poco más laboriosa, yo he sustituido los aromas tradicionales (anís y limón) por otros más nordicos: cardamomo, canela, jengibre y arándanos azules. Con esta versión especial de la larpeira participo en el concurso Rika Rika.

De nuevo me he basado en una receta de Un cachiño doce, a este paso voy a tener que pagarle un canon.

Ingredientes.

Para el fermento.

25 g de levadura fresca

70 ml de agua templada

100 g de harina

1 cucharadita de sal

Para la masa.

500 g de harina

4 vainas de cardamomo

5 cucharadas soperas de azúcar

2 cucharaditas de canela

3 huevos

100 g de leche templada

50 g de mantequilla derretida

8 g de levadura química

el fermento

Elaboración.

La noche anterior preparamos el prefermento. Vertemos el agua templada en un bol, desmenuzamos la levadura para que se deshaga y mezclamos bien, añadimos la harina y la sal y amasamos hasta tener una mezcla manejable que no se nos pegue a las manos. La colocamos en un bol, tapamos con film y envolvemos en una toalla para que suba bien con el calor. Lo dejamos reposar toda la noche

Al día siguiente preparamos la masa. Mezclamos la harina con la levadura, tamizamos sobre un bol y formamos un volcán.

Abrimos las vainas de cardamomo y molemos las semillas en el mortero.

Mezclamos la leche con el azúcar y la templamos en el micro. Derretimos la mantequilla y la añadimos a la leche al igual que la canela y el polvo de cardamomo, mezclamos.

Batimos los huevos y reservamos una parte para pintar la masa.

Colocamos el prefermento en el centro del volcán y añadimos los huevos batidos y la leche, mezclamos bien.

Si vamos a amasar a mano, colocamos la masa en la mesa de trabajo y tendremos que añadir más harina hasta lograr que no se pegue a las manos. Yo he usado la panificadora con el programa de amasado que dura 15 minutos.

Una vez tenemos la masa lista formamos una bola y la aplastamos, la colocamos en la bandeja cubierta con papel de horno enharinado, yo he usado un molde redondo de pirex por eso ha quedado tan alta.

La cubrimos de nuevo con unos paños o toallas y la dejamos levar una hora y media. Mientras tanto podemos ir preparando la crema de arándanos azules.

Ingredientes de la crema de arándanos.

2 yemas

2 cucharadas soperas de azúcar

300 ml de leche

3 cucharadas soperas de maicena

4 cucharadas soperas de Sylt Blabar (confitura de arándanos azules)

30 g de mantequilla a temperatura ambiente

Elaboración.

En un cazo colocamos las yemas, la maicena, el azúcar y un chorrito de leche, mezclamos muy bien para integrar todo. El resto de la leche la calentamos en el micro y la añadimos al cazo, colocamos al fuego a intensidad media y con una varilla removemos sin parar para que no se nos formen grumos. Cuando coja espesor retiramos del fuego y añadimos la confitura y la mantequilla e integramos a la crema. Cubrimos con un poco de film para que no nos forme costra.

Una vez transcurrido el tiempo de reposo es importante seguir los consejos de María José (Caldebarcos) para que no se nos estropee la masa.

Vamos a encender el horno a 200º y cerrar puertas y ventanas de la cocina para que no haya ninguna corriente de aire, esperamos un poco a que se caldee la habitación y destapamos la masa cerca del horno.

Le hacemos los cortes. En lugar de la tradicional cuadrícula yo le he dibujado una espiral ayudándome de un cuchillo curvo. La masa va a bajar de volumen, la dejamos reposar unos 20 minutos para que vuelva a crecer un poco.

Al huevo batido que habíamos reservado le añadimos 1/2 cucharadita de canela y 1/2 de jengibre, mezclamos y pintamos toda la superficie. Rellenamos la espiral con la crema pastelera ayudándonos de una manga o un biberón.

Horneamos a 160º unos 30-35 minutos.

Al sacarla del horno la pintamos con un poco de almíbar, yo he hervido una cucharada de confitura con un poco de agua y la he extendido con un pincel por toda la masa.

Como ha subido tanto la crema no se me ha incrustado bien en los cortes y se ha quedado sobre todo en la capa superior, pero aún así esta deliciosa, queda una miga suave y blandita que me ha encantado.

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