Tarta invernal.
Esta tarta lleva mucho tiempo en frío (no podía evitar el juego de palabras, jeje) esperando a ser publicada, y con la temperatura ambiente que tenemos últimamente parece que ha llegado su momento. Es una de las recetas que podéis encontrar en el libro "La repostería de Jengibre y Canela".
Ingredientes para el bizcocho.
225 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
360 gr de harina.
395 gr de azúcar.
4 huevos L.
250 ml de buttermilk.
3/4 de cucharadita de bicarbonato.
3/4 de cucharadita de levadura.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
Ingredientes para el relleno y la cobertura.
100 gr de frambuesas
4 cucharadas de crema de cacao.
100 ml de nata.
240 gr de chocolate blanco.
50 gr de coco rallado.
Fondant de colores para decorar.
Elaboración.
Comenzamos preparando la ganache de chocolate blanco, es mejor prepararla el día anterior y dejarla reposar 24 horas en el frigorífico para que coja consistencia y sea más fácil trabajar con ella.
Cortamos el chocolate en trozos pequeños y lo reservamos. Calentamos la nata a fuego suave, cuando rompa a hervir la retiramos del fuego y añadimos el chocolate, volvemos a llevar al fuego al mínimo de calor y removemos constantemente con unas varillas hasta que se funda y se integre. Dejamos enfriar y guardamos en la nevera.
Precalentamos el horno a 170ºC.
Mezclamos la harina con el bicarbonato y la levadura, tamizamos todo junto y reservamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adicción.
Agregamos la harina y el buttermilk en tres veces: la mitad de la harina, mezclamos, añadimos el buttermilk y volvemos a integrar y terminamos con el resto de la harina.
Horneamos durante 65 minutos aproximadamente.
Esperamos a que el bizcocho esté frío y reposado para cortarlo a la mitad. Yo suelo preparar los bizcochos el día anterior para que la miga esté más asentada.
Calentamos unos segundos la crema de cacao en el microondas para que nos resulte más fácil de extender y con una espátula cubre el bizcocho teniendo cuidado de no llegar a los bordes. Colocamos las frambuesas y cubrimos con la siguiente capa de bizcocho.
Extendemos el ganache por todo el contorno de la tarta intentando que quede lo más lisa posible, cogemos puñaditos de coco rallado con la mano y vamos pegándolos sobre la cobertura de chocolate. Cuando toda la tarta esté cubierta esta tendrá un aspecto nevado.
Para los copos de nieve he utilizado fondant azul y unos cortadores como éstos. Y lo pingüinos no son difíciles de hacer, solo hay que tener un poco de paciencia.
Lamentablemente no tengo foto del corte, pero os puedo asegurar que está deliciosa, el toque ácido de las frambuesas siempre es un buen aliado del chocolate, especialmente del chocolate blanco.
Ingredientes para el bizcocho.
225 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
360 gr de harina.
395 gr de azúcar.
4 huevos L.
250 ml de buttermilk.
3/4 de cucharadita de bicarbonato.
3/4 de cucharadita de levadura.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
Ingredientes para el relleno y la cobertura.
100 gr de frambuesas
4 cucharadas de crema de cacao.
100 ml de nata.
240 gr de chocolate blanco.
50 gr de coco rallado.
Fondant de colores para decorar.
Elaboración.
Comenzamos preparando la ganache de chocolate blanco, es mejor prepararla el día anterior y dejarla reposar 24 horas en el frigorífico para que coja consistencia y sea más fácil trabajar con ella.
Cortamos el chocolate en trozos pequeños y lo reservamos. Calentamos la nata a fuego suave, cuando rompa a hervir la retiramos del fuego y añadimos el chocolate, volvemos a llevar al fuego al mínimo de calor y removemos constantemente con unas varillas hasta que se funda y se integre. Dejamos enfriar y guardamos en la nevera.
Precalentamos el horno a 170ºC.
Mezclamos la harina con el bicarbonato y la levadura, tamizamos todo junto y reservamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adicción.
Agregamos la harina y el buttermilk en tres veces: la mitad de la harina, mezclamos, añadimos el buttermilk y volvemos a integrar y terminamos con el resto de la harina.
Horneamos durante 65 minutos aproximadamente.
Esperamos a que el bizcocho esté frío y reposado para cortarlo a la mitad. Yo suelo preparar los bizcochos el día anterior para que la miga esté más asentada.
Calentamos unos segundos la crema de cacao en el microondas para que nos resulte más fácil de extender y con una espátula cubre el bizcocho teniendo cuidado de no llegar a los bordes. Colocamos las frambuesas y cubrimos con la siguiente capa de bizcocho.
Extendemos el ganache por todo el contorno de la tarta intentando que quede lo más lisa posible, cogemos puñaditos de coco rallado con la mano y vamos pegándolos sobre la cobertura de chocolate. Cuando toda la tarta esté cubierta esta tendrá un aspecto nevado.
Para los copos de nieve he utilizado fondant azul y unos cortadores como éstos. Y lo pingüinos no son difíciles de hacer, solo hay que tener un poco de paciencia.
Lamentablemente no tengo foto del corte, pero os puedo asegurar que está deliciosa, el toque ácido de las frambuesas siempre es un buen aliado del chocolate, especialmente del chocolate blanco.
¡Qué monada de tarta! Los pingüinitos son un amor. Te quedó preciosa =)
ResponderEliminarUn besote.
Espectaculaar no lo siguiente seguro estaba de muerte relentaaaaaa cuando sea mayor quiero ser como tu ,que manos tienes no hay nada que se te resita.
ResponderEliminarBicos mil wapisimaaaaaaaaa.
Se ve preciosa, que monada.
ResponderEliminarSe ve preciosa. Los colores son invernales total y los pingüinitos, una monada.
ResponderEliminarBesos!
www.monicalopez.es
Así me voy a quedar yo, como un pingüino, con el frío que está haciendo, verdad?
ResponderEliminarAdemás de bonita y divina, seguro que está deliciosa esta tarta, a mi hija con tanto coco le chiflaría.
Besos
Es una monería!!! Y seguro que esta riquísima, lo único que dan penita comerse a los pingüinos!! un besito
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