Bizcocho de yogur, naranja y jengibre.
No sé si a vosotros también os pasa, pero a mí, con el otoño me entra la melancolía, estos días que empiezan a ser cortos y grises, en los que la luz cambia totalmente, me abren una puertecita que está escondida durante el verano pero que con la llegada de septiembre comienza a dibujarse.
Quizás por eso hoy me he despertado un poco sentimental y al preparar esta entrada esa puertecita se ha abierto un poco y han entrado un montón de recuerdos, ojo, recuerdos alegres y agradables pero también llenos de añoranza por la niñez perdida.
Y es que la comida cuando está hecha con amor es capaz de despertar recuerdos y emociones, ¿quien no vuelve a la infancia cuando al entrar en la cocina huele los guisos de mamá o de la abuela? Para mí hay platos que están íntimamente ligados a ellas, a esa cocina, y, a veces, simplemente hablando de ellos mi mente vuelve atrás.
Eso me pasa con el bizcocho de yogur, al pensar en él retrocedo a cuando era pequeña y ayudaba a mi madre a prepararlo. Me invade el olor de la ralladura de naranja y de limón, me veo pegada ante la puerta del horno observando como subía la masa y el aroma que impregnaba la cocina. Los infinitos paseos desde la sala hasta la cocina esperando a que el bizcocho enfriase y esos pellizcos furtivos que le daba en caliente porque el ansia viva no entiende de espera.
Así, aunque esta receta sea de todos conocida y no aporte nada nuevo permitidme que le dé el lugar que le corresponde en este rinconcito.
Ingredientes.
1 yogur natural.
1 medida de yogur de aceite de girasol o de oliva suave.
2 medidas de yogur de azúcar.
3 vasos de yogur de harina.
3 huevos.
1 sobre de levadura.
Ralladura de una naranja.
1 cucharada de zumo de naranja.
1/4 de cucharadita de jengibre en polvo.
Elaboración.
Una de las cosas que más me gustan de este bizcocho es que es tan sencillo de preparar que ni siquiera necesitamos la báscula ya que para medir los ingredientes utilizamos el vaso del yogur.
Precalentamos el horno a 175ºC y encamisamos el molde.
Batimos los huevos con el yogur y el azúcar. Añadimos el aceite, el zumo, la ralladura de naranja y volvemos a batir.
Mezclamos la harina con el jengibre y la levadura, tamizamos todo junto y lo añadimos a los huevos, mezclamos con una espátula hasta que la masa esté bien integrada.
Horneamos a 175ºC durante 30 min aproximadamente.
Quizás por eso hoy me he despertado un poco sentimental y al preparar esta entrada esa puertecita se ha abierto un poco y han entrado un montón de recuerdos, ojo, recuerdos alegres y agradables pero también llenos de añoranza por la niñez perdida.
Y es que la comida cuando está hecha con amor es capaz de despertar recuerdos y emociones, ¿quien no vuelve a la infancia cuando al entrar en la cocina huele los guisos de mamá o de la abuela? Para mí hay platos que están íntimamente ligados a ellas, a esa cocina, y, a veces, simplemente hablando de ellos mi mente vuelve atrás.
Eso me pasa con el bizcocho de yogur, al pensar en él retrocedo a cuando era pequeña y ayudaba a mi madre a prepararlo. Me invade el olor de la ralladura de naranja y de limón, me veo pegada ante la puerta del horno observando como subía la masa y el aroma que impregnaba la cocina. Los infinitos paseos desde la sala hasta la cocina esperando a que el bizcocho enfriase y esos pellizcos furtivos que le daba en caliente porque el ansia viva no entiende de espera.
Así, aunque esta receta sea de todos conocida y no aporte nada nuevo permitidme que le dé el lugar que le corresponde en este rinconcito.
Ingredientes.
1 yogur natural.
1 medida de yogur de aceite de girasol o de oliva suave.
2 medidas de yogur de azúcar.
3 vasos de yogur de harina.
3 huevos.
1 sobre de levadura.
Ralladura de una naranja.
1 cucharada de zumo de naranja.
1/4 de cucharadita de jengibre en polvo.
Elaboración.
Una de las cosas que más me gustan de este bizcocho es que es tan sencillo de preparar que ni siquiera necesitamos la báscula ya que para medir los ingredientes utilizamos el vaso del yogur.
Precalentamos el horno a 175ºC y encamisamos el molde.
Batimos los huevos con el yogur y el azúcar. Añadimos el aceite, el zumo, la ralladura de naranja y volvemos a batir.
Mezclamos la harina con el jengibre y la levadura, tamizamos todo junto y lo añadimos a los huevos, mezclamos con una espátula hasta que la masa esté bien integrada.
Horneamos a 175ºC durante 30 min aproximadamente.
Que combinación tan fabulosa, me encanta.
ResponderEliminarRake aunque sea un bizcocho de lo más común, en casa es uno de los que más hago, tiene un sabor que gusta a todos , se conserva de maravilla si dura claro, y se hace en un momento, lo tiene todo, el tuyo esta con un corte y un color fabuloso,voy a tomarme un poco de leche y un trocito para mojar en ella seria perfecto..Bess
ResponderEliminarYa estoy de regreso también por el blog mi querida amiga, y aquí ando, visitando las amigas, que como siempre tienen sorpresas y cositas buenas, el toque de jengibre es lo que me faltaba en este bizcocho, que la verdad, nunca lo he hecho así, pero ya va siendo hora. Besos enorme y nos vemos aquí o en Instagram!!
ResponderEliminarA mí también me pasa, quizá empiezo con este bizcocho que se ve tan rico. Besos
ResponderEliminarQué bizcocho más rico y tierno, se ve espectacular =)
ResponderEliminarUn beso!
Es cierto que me encanta la cocina y dentro de la cocina las recetas dulces me apasionan, pero los bizcochos son lo mejor, deliciosos y fácil de preparar, normalmente su aspecto discreto los deja relegados a un segundo lugar pero cuando los pruebas están riquisimos!! Me encanta tu bizcocho!!
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