Mantequilla de manzana
No conocía esta receta hasta que la vi hace un par de años en el blog de mi amiga Chus Nenalinda, y por fin el otoño pasado me decidí a prepararla. Solo os puedo decir que me encantó, es deliciosa, me la podría comer a cucharadas, pero también es genial para untar en tostadas o usar como relleno de tartas, bizcochos y todo lo que se os ocurra.
Que no os lleve a engaño el nombre, a pesar de llamarse mantequilla de manzana no es realmente una mantequilla, ni lleva ningún lácteo en su elaboración, se trata básicamente de una reducción de manzana cocinada a fuego lento durante horas, hasta obtener una textura suave y aterciopelada.
Lo primero que llama la atención de esta receta, es el tiempo de cocción, veréis algunas recetas en las que se cocina durante 12 horas o más, yo no la he tenido tanto tiempo con unas 9 horas en mi caso ha sido suficiente.
Me he basado en la receta de Bake-street aunque he efectuado un par de cambios y la he preparado con muy poco azúcar, así que seguramente tendréis que incrementar la cantidad cuando la preparéis.
Ingredientes
1.250 g de manzanas limpias y peladas
60 ml de Frangelico
250 ml de agua
20 g de azúcar moreno
1 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de jengibre
1 limón
Elaboración
Como os he comentado mi versión tiene muy poco azúcar, añadid la cantidad que necesitéis para que esté a vuestro gusto, como ya he comentando en varias ocasiones yo soy fan de los sabores ácidos.
Utilizad una olla alta y tened cuidado cuando remováis la mezcla, a medida que la manzana va reduciendo burbujea y salta con lo que podríais quemaros.
Comenzamos pelando, limpiando y cortando las manzanas. Conforme voy cortando las manzanas las rocío con zumo de limón para evitar que se oxiden
Las colocamos en una olla alta, añadimos el agua y el Frangelico, cocinamos a fuego medio durante una hora aproximadamente removiendo de vez en cuando. Podéis utilizar cualquier licor o prescindir de él, yo utilizo éste porque me encanta ese aroma de avellanas combinado con las manzanas.
Pasado este tiempo la fruta estará suave y blandita, es el momento de triturarla hasta obtener un puré fino y sin grumos.
Añadimos el jengibre, el azúcar y la canela, mezclamos bien y bajamos el fuego al mínimo, con la olla medio tapada cocinamos durante 9 horas removiendo de vez en cuando.
Cuando llevemos la mitad del tiempo de cocción, retiramos la tapa y continuamos cocinando sin ella. Insisto, cuidado con las salpicaduras al remover.
El resultado final es una crema muy reducida, de color oscuro y textura suave y densa.
Ya solo nos queda en guardarla en tarros esterilizados y disfrutarla.
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