Vinoteca Jaleo
Un mes más os traemos nuestro recorrido por los restaurantes que forman parte del grupo Coruña Cociña. En esta ocasión Mónica mi compañera habitual no podía acompañarme y he reclutado a un nuevo miembro para el equipo, Mar, que se ha entregado totalmente al espíritu Jengibre y Canela y hemos disfrutado muchísimo de la velada
Mar, estás invitada a unirte a nuestro #coruñacociñatour siempre que quieras!
En Julio nos hemos decantado por la Vinoteca Jaleo, un local con un ambiente muy dinámico y una gran barra de pinchos, comida informal, sencilla pero bien ejecutada, ideal para tapear y tomar un vino.
A su frente está Ángeles Marzoa, una de las pocas mujeres que forma parte del colectivo Coruña Cociña, su experiencia incluye locales como Casa David, A la Brasa o A Estación de Cambre. Y en Jaleo vuelca su creatividad aportando un toque personal al tradicional tapeo.
Cabe destacar el ambiente de la barra, bien aprovisionada de pinchos y tostas
En esta ocasión cuando llamamos para reservar ya no tenían sitio en el comedor con lo que comimos en una mesa alta en la parte delantera del local. Así pudimos disfrutar del mejor ambiente coruñes, un continuo ir y venir de gente y de platos, pinchos, vinos y cañas.
Comenzamos con unos mejillones en escabeche rojo casero. Muy ricos, un escabeche suave pero muy sabroso.
Continuamos nuestro picoteo con unos langostinos crujientes con salsa kimchee. La presentación bonita y original y una fritura bien ejecutada, nada grasa.
El plato más destacado fue el pescado frito del día, que en nuestro caso era lubina.
La presentación es espectacular, os puedo asegurar que llamó la atención de todo aquel que pasaba por nuestro lado. Y el sabor, que es lo más importante fabuloso, una fritura de estilo andaluz ligera y sabrosa que permitía apreciar la potencia de la lubina.
La presentación es espectacular, os puedo asegurar que llamó la atención de todo aquel que pasaba por nuestro lado. Y el sabor, que es lo más importante fabuloso, una fritura de estilo andaluz ligera y sabrosa que permitía apreciar la potencia de la lubina.
Acompañamos la cena con un D.O Ribeiro, Coto de Gomariz y para acompañar el postre nos animamos con una copa de Veuve Clicquot: es mi debilidad!
Pedimos dos postres para compartir y aquí tuvimos sensaciones encontradas: uno nos gustó mucho y el otro no nos gustó demasiado.
Empezamos por el que menos nos gustó: la tarta de limón. Sabéis que soy muy fan de los postres ácidos pero éste no fue el caso, la crema de limón no sabía a limón y la base estaba excesivamente tostada, lo mejor del plato el sorbete de limón que lo acompañaba que si tenía un intenso sabor al cítrico.
Por el contrario la torrija nos encantó, suave, muy tierna, con un caramelizado perfecto, dulce pero sin ser empalagosa, para repetir, sin duda.
Podéis ver aquí nuestras anteriores experiencias:
*Culuca cociña-bar.
*O Lagar da Estrella.
*Restaurante Nado.
Podéis ver aquí nuestras anteriores experiencias:
*Culuca cociña-bar.
*O Lagar da Estrella.
*Restaurante Nado.