Brioche con crema de maracuyá.

Este mes el reto de Whole Kitchen me ha venido de maravilla porque las masas son uno de mis puntos débiles, aunque desde que tengo la panificadora les he perdido el miedo, eso de que la maquinita amase por ti es una gozada, estoy preparando mucho pan, pizzas y ahora mi primer brioche.

Whole Kitchen en su propuesta dulce para el mes de octubre nos invita a preparar un bollo clásico francés: un brioche.

A la hora de buscar una receta tenía claro donde buscar y me fui directamente a Un cachiño doce, llevaba mucho tiempo viendo sus panes dulces y salados con esas explicaciones tan claras y sencillas así que me tiré de cabeza. Si no conoceis a Caldebarcos y Un cachiño doce no perdáis más tiempo porque os vais a encontrar un blog magnífico, muy personal, lleno de masas maravillosas, panes, tartas, bizcochos, galletas y todo lo que os podáis imaginar.

Yo he seguido la receta de su Brioche recheo de crema pasteleira y lo he amasado en la panificadora, claro que a mi no me ha quedado tan bonito, cometí varios errores que os cuento al final.

Ingredientes.

Para la masa.

2 huevos

1 huevo para pintar la masa

400 g de harina de fuerza

25 g de levadura de panadería

75 g de mantequilla a temperatura ambiente

50 g de azúcar (yo le añadiría más)

1 cucharadita de azúcar

1 cucharadita de sal

100 ml de leche

1 cucharadita de esencia de vainilla

1 cucharadita de agua de azahar

Para la crema pastelera de maracuyá.

2 yemas

3 cucharadas de azúcar

1 sobre de azúcar vainillado

3 cucharadas soperas de maicena

200 ml de leche

50 ml de jugo de maracuyá

30 g de mantequilla a temperatura ambiente

Elaboración.

Templamos la leche, deshacemos en ella la levadura con una cucharadita de azúcar y dejamos fermentar unos 20-30 minutos tapado con un film hasta que triplique el volumen.

Tamizamos la harina y mezclamos con el azúcar, la sal, los huevos batidos, las esencias y la levadura fermentada, integramos con una cuchara de madera y pasamos a la panificadora, añadimos la mantequilla y pulsamos el programa de amasado que dura 15 minutos, el número 7 en mi panificadora.

Si no tenemos panificadora volcamos la masa sobre la superficie de trabajo enharinada e integramos la mantequilla, amasando bien con las manos hasta conseguir una masa suave que se despegue de los dedos.

Colocamos en un bol ligeramente engrasado, tapamos con film y dejamos levar a temperatura ambiente unas 2 horas, hasta que doble su volumen.

Mientras la masa fermenta vamos preparando la crema pastelera de maracuyá.

Colocamos en un cazo las yemas con el azúcar, la maicena y un chorrito de leche, revolvemos bien hasta integrar los ingredientes.

Calentamos el resto de la leche y se la añadimos junto con el zumo de maracuyá, lo ponemos a fuego medio removiendo constantemente con unas varillas para que no se formen grumos. Cuando consigamos el espesor que necesitamos retiramos del fuego y añadimos la mantequilla removiendo hasta integrar.

Una vez que la masa ha doblado su volumen toca estirarla, con el rodillo la extendemos todo lo posible en forma de rectángulo, con un cuchillo afilado recortamos las tiras de masa que nos puedan sobrar.

Extendemos sobre la masa la crema de maracuyá sin llegar hasta los bordes y empezamos a enrollar apretando bien. Una vez que tenemos un rulo hecho vamos cortando porciones y colocándolas sobre un molde cubierto de papel de horno, yo usé uno desmoldable.

Lo dejamos levar de nuevo unas 2 horas, y antes de hornearlo lo glaseamos con el huevo batido. Horneamos a 180ºC los primeros 10 minutos y después bajamos a 160ºC 30 minutos más, si es necesario cubrimos con papel de aluminio para que no se nos queme la superficie, a mi se me tostó un poquito.

Si vamos a preparar almíbar se lo añadimos al brioche justo al salir del horno, yo me salté este paso.

Estaba delicioso, queda una masa suave y esponjosa y la crema de maracuyá es el complemento perfecto. Fijaos si nos gustó que ya estoy pensando en repetirlo.

Observaciones.

Es importante apretar bien mientras enrollamos la masa para que no deformen las espirales de masa, yo no apreté demasiado porque se me escurría la crema (lo llené demasiado) y ahí vino mi gran error. Con el segundo levado las espirales de brioche se fueron abriendo y levantándose desde el centro.

Yo no preparé almíbar con lo cual encontré la masa poco dulce, la próxima vez añadiré más azúcar, unos 15-20 g más.

ESPERAMOS TUS COMENTARIOS.