Tarta de Mojito
Si pensáis en una tarta de mojito es probable que os
evoque sol, calor y una sobremesa de verano, pero ¿porque no prepararla como
postre para la cena de Nochebuena o de Fin de año?
Vertemos sobre la masa de galletas y llevamos a la nevera hasta que cuaje, como mínimo 3 -4 horas, mejor toda la noche.
Esperamos a que enfríe ligeramente antes de verter sobre la tarta, lo haremos con cuidado y ayudándonos del dorso de una cuchara para que se distribuya bien. Dejamos reposar un par de horas en el frigorífico hasta que cuaje la gelatina.
Ligera, cítrica, refrescante y un poco canalla. El postre perfecto para cerrar una comida de fiesta.
En casa cada vez nos gusta más terminar las
celebraciones con un postre ligero, el año pasado preparamos la pannacotta deturrón con gelatina de naranja que fue todo un éxito y este año repetiremos la
pannacotta para Nochebuena y prepararemos la tarta de mojito para fin de año, ¿porque elegir cuando tenemos días para disfrutar de las
dos…?
Esta tarta de mojito no es ninguna novedad, hace años
que la receta circula por la red, nosotros le hemos dado nuestro toque y
hemos preparado una gelatina de mojito en lugar de utilizar una comercial. Es tan deliciosa que también la hemos tomado sola, como ya os enseñamos aquí.
*Ojo, esta receta tiene alcohol, si queréis prepararla
para niños o personas que no tomen alcohol no tenéis más que sustituir el ron
por agua.
Ingredientes.
Para la base
150 de galletas (yo he utilizado digestive)
50 g de mantequilla
Un chorrito de zumo de lima (1/2 lima)
Para el relleno
6 hojas de gelatina neutra
300 g de queso crema
Zumo y ralladura de tres limas
100 g de azúcar moreno
½ vaso de ron
1 vaso de agua
15 gramos de hojas de hierbabuena
Para la gelatina
50 ml de ron blanco
75 ml de agua
75 ml Zumo de lima
4 gr de gelatina en láminas
Azúcar blanco al gusto (yo he puesto una cucharada)
Ralladura de una lima
Unas ramas de hierbabuena
Elaboración
Trituramos las galletas, le añadimos la mantequilla
derretida y el zumo de lima, mezclamos todo hasta formar una pasta. Extendemos
la masa de galletas en el fondo de un molde desmoldable y presionamos para que se ajuste bien.
Llevamos un cazo al fuego con el agua, ron y el
azúcar. Cuando el azúcar se disuelva añadimos la hierbabuena, las ralladuras y
el zumo de lima, lo dejamos hervir a fuego suave durante 20 minutos.
Hidratamos la gelatina en agua fría.
Retiramos el cazo del fuego, colamos el líquido y
dejamos enfriar ligeramente antes de añadir la gelatina escurrida, removemos
para que ser disuelva.
Añadimos la crema de queso y batimos hasta que se
integre.
Vertemos sobre la masa de galletas y llevamos a la nevera hasta que cuaje, como mínimo 3 -4 horas, mejor toda la noche.
Cuando la tarta esté totalmente cuajada preparamos la gelatina, como os indicamos aquí.
Esperamos a que enfríe ligeramente antes de verter sobre la tarta, lo haremos con cuidado y ayudándonos del dorso de una cuchara para que se distribuya bien. Dejamos reposar un par de horas en el frigorífico hasta que cuaje la gelatina.
Ligera, cítrica, refrescante y un poco canalla. El postre perfecto para cerrar una comida de fiesta.